Los marmoles estatuarios son escasos y de elevado precio. Los procedentes de Carrara, Italia, han adquirido renombre internacional. Hay mármoles coloreados, algunas veces con una sola tonalidad y otras, con vetas y manchas de distinto color.

 

 

MARMOLES

El mármol ónix, o simplemente ónix, es verdoso con figuras amarillas y rojas. Aunque brillante, es blando y se raya con facilidad. Se aconseja para interiores. Los travertinos, casi siempre amarillentos, tienen menor densidad que la común debido a su porosidad.

Los chipolinos (palabra derivada de cipolla = cebolla en italiano) tienen intercaladas vetas de talco. Como este es menos resistente a los agentes atmosféricos se disgregan separando hojas delgadas como cuando se pela una cebolla.

Las lumaquelas (lumaca = caracol, en italiano) contienen muchas conchas fósiles, bien visibles. La circulación de agua con sales calcáreas por entre trozos aislados, también calcáreos, los cementó formando brechas y brocatelas.

Sus manchas de distinto color suelen ser muy atractivas. Los mármoles reconstituidos son artificiales.

Se fabrican con residuos de canteras y talleres: polvo y escallas de pequeño tamaño, que se mezclan con cemento blanco, yeso y pigmentos coloreados. Tratados con agua endurecen dentro de moldes. Se emplean como baldosas y mosaicos de baja calidad.