Cómo tener la cocina limpia de manera ecológica
La cocina es una de las piezas centrales de la casa, ya que, entre otras cosas, en ella cocinamos, preparamos veladas con amigos o con nuestra pareja, disfrutamos de tentempiés a media mañana o a media tarde…
Son tantos los usos y la importancia que estos tienen, que la limpieza diaria e intensa debe ser indispensable.
Te recomendamos que lo hagas a través de productos ecológicos y acordes con la naturaleza. A continuación te damos las claves para que mantengas cada elemento de tu cocina limpia de la manera más ecológica posible. ¿Nos acompañas?
Productos poco recomendables
En primer lugar, te recomendamos no utilizar estropajos ásperos, que rayan las superficies. Tampoco son aconsejables los productos abrasivos, que contienen sustancias derivadas de la industria petroquímica o que son de origen sintético, por sus efectos ambientales y por los riesgos que pueden suponer para la salud. Por otro lado, no es recomendable que utilices limpiadores con antibacterias, ya que no son necesarios si se mantiene una buena limpieza diaria y porque pueden facilitar la aparición de superbacterias, resistentes a todo.
En cambio, te instamos a que utilices detergentes neutros o ecológicos, además de recurrir a limpiadores clásicos como el vinagre o el bicarbonato.
Muebles
A la hora de limpiar los muebles, si son laminados bastará con pasar un trapo humedecido con agua templada con jabón neutro y después aclararlos bien. Si se trata de piezas lacadas, lo importante es utilizar bayetas suaves humedecidas con agua templada con jabón. Y si tienes muebles de madera, tendrás que limpiar con un paño húmedo, procurando no tocar las juntas y siguiendo el sentido de las vetas de la madera. Es importante secarlos bien inmediatamente.
Cubiertas
En cuanto a las cubiertas, si son de acero inoxidable te servirá con agua con un poco de lavavajillas. En cambio, si cuentas con encimeras de materiales sintéticos, te recomendamos que optes por limpiar con un paño húmedo con un poco de jabón o detergente neutro, secando enseguida.
Para cubiertas de mármol, pásale una esponja o trapo embebido de agua y jabón neutro, enjuagando abundantemente y secando inmediatamente.
Para las cubiertas de granito, lo mejor es limpiar con agua y jabón, pero nunca con productos abrasivos, ya que pueden dañar su brillo.